Era momento de despedirse y era está la parte más difícil.
Una vez en tu manicomio, te acostumbras a la libertad que existe en el mundo de la Locura, y terminas viciado.
Ya no tienes que asumir responsabilidades, luchar por el pan de cada día, cuidar de cosas que son repetitivas y aburridas: puedes quedarte horas contemplando un cuadro o haciendo los dibujos más absurdos que puedas imaginarte.
Todos te toleran, porque, al fin y al cabo, se trata de un enfermo mental.
Ya no necesitas estar escondiendo tus síntomas porque el ambiente "familiar" les ayuda a aceptar nuestras neurosis y psicosis.
Pero es momento de partir…
|Enviado desde Nokia 6110 Navigator|
Edyhawk
No hay comentarios:
Publicar un comentario